Comúnmente la mayoría de los productores de soya eligen la variedad a cultivar ya sea porque el técnico distribuidor lo recomendó, por el comentario de un amigo productor o por el precio de la semilla, pasando por alto la revisión de características de la variedad como el potencial de rendimiento, tolerancia a plagas y enfermedades, sus requerimientos de clima y suelo, entre otras, mismas que son condicionantes del manejo del cultivo.
La innovación y la adopción de modernas tecnologías son necesarias para incrementar la productividad de un cultivo. Como bien se sabe, los rendimientos de un cultivo de maíz en temporal o bajo riego por gravedad por lo general son de bajos a medios, además de que en el segundo caso, más de la mitad del agua se pierde por evaporación o percolación.
El modo de acción de los herbicidas es la secuencia de eventos que ocurren desde la absorción del herbicida hasta la muerte de la planta, este incluye al mecanismo de acción que es la interferencia bioquímica o biofísica causada por un herbicida, que determina el daño final a la planta y tiene lugar en el sitio de acción.
El pulgón amarillo se detectó por primera vez en México en octubre de 2013, desde entonces, esta plaga ha adquirido gran importancia por las grandes pérdidas que ha ocasionado en el cultivo del sorgo. Al ser un áfido, el principal daño que ocasiona al cultivo es la succión de savia, llegando a provocar la desecación de la planta en cuestión de días, ocasionando mermas que pueden fluctuar entre el 30 % al 100 % de la producción.
La producción mundial de soya se ha incrementado considerablemente debido a la demanda de la industria alimentaria. De acuerdo a los datos del Departamento de Agricultura de los Estado Unidos (USDA), en el ciclo productivo 2014-2015, Estados Unidos fue líder de la producción global con el 33 %, seguido por Brasil y Argentina con el 30 % y 19 %, respectivamente.
Desde hace algunos años, agricultores y asesores alrededor del mundo se dieron a la tarea de explorar otras formas de cultivar el maíz que les permitieran poder continuar incrementando las densidades de siembra, sin afectar el desarrollo individual de las plantas y con ello; continuar incrementando los rendimientos del maíz. Y la más efectiva de dichas alternativas es la Siembra en Surco Angosto.
El material más utilizado para la elaboración de fertilizantes fosfóricos es la Roca Fosfórica (RF), donde el fósforo (P) se encuentra en forma de apatita Ca5(PO4)3(F,Cl,OH). Proviene de depósitos ígneos y sedimentarios. Estos presentan amplias variaciones en sus propiedades físicas y químicas: son minerales poco reactivos y poco aptos para aplicaciones directas a campo.
El maíz en uno de los principales granos cultivados en el mundo. El aumento del rendimiento en maíz depende de elementos clave. Uno de ellos es el equilibrio adecuado de nutrientes, donde la absorción de nitrógeno, potasio y fósforo deben ser en la proporción adecuada.
El incremento de los rendimientos en maíz durante el siglo pasado fue resultado de un conjunto de prácticas agronómicas y del mejoramiento de variedades cultivadas (hibridación), que permitieron mayor tolerancia al estrés biótico y abiótico, sistemas radicales más eficientes, mayor eficiencia en el uso del agua, etc.
Los arrancadores son una pequeña cantidad de fertilizante que se aplican en banda en la zona radicular para complementar los fertilizantes primarios, pueden ser aplicados junto con las semillas pero no en altas dosis debido al efecto salino y/o toxicidad por amoniaco. La aplicación de arrancadores no siempre se ve reflejado en una respuesta en rendimiento, el efecto es probable cuando existe un retraso en el crecimiento temprano de la planta y no puede ser compensado durante la temporada, cuando los nutrientes no están en la zona de las raíces de las plántulas, cuando existe suelo frio y húmedo o enfermedades/plagas limitan el temprano crecimiento de raíces y la absorción de nutrientes.