En general los desórdenes nutricionales reducen el rendimiento de los cultivos. El diagnóstico de las deficiencias nutricionales basado en los síntomas visuales requiere de un enfoque sistemático. Los síntomas pueden aparecer tanto en hojas viejas como jóvenes, dependiendo de si el nutriente en cuestión es fácilmente retraslocado dentro de la planta.
En general los desórdenes nutricionales reducen el rendimiento de los cultivos. El diagnóstico de las deficiencias nutricionales basado en los síntomas visuales requiere de un enfoque sistemático. Los síntomas pueden aparecer tanto en hojas viejas como jóvenes, dependiendo de si el nutriente en cuestión es fácilmente retraslocado dentro de la planta.
La tendencia en la producción de cultivos hortofrutícolas es aumentar los rendimientos, reducir costos de producción y aprovechar los atractivos precios del mercado en épocas de baja producción pero de alta demanda. La necesidad de adelantar, inhibir, regularizar y uniformizar la floración, así como el amarre de frutos ha fomentado la búsqueda de estrategias para lograr dichos efectos. Se ha podido establecer que la nutrición balanceada, la actividad hormonal, las condiciones climáticas y la disponibilidad de agua son factores que afectan el proceso fisiológico de floración.
El Zn es un elemento de poca movilidad dentro de la planta, pero con numerosas funciones críticas. La estructura y funcionalidad de muchas enzimas dependen de la presencia de Zn en la planta. Aproximadamente 2,800 proteínas dependen del Zn para que puedan sintetizarse y actuar. Se requiere para la síntesis de carbohidratos durante la fotosíntesis y en la transformación de los azúcares en almidón. Participa también en el metabolismo de hormonas al regular el nivel de auxinas a través de la síntesis del aminoácido triptófano.
Los nutrientes minerales son esenciales para mejorar el crecimiento y desarrollo de los cultivos. Al momento de su absorción estos compiten por los transportadores debido a que estos muchas veces no son específicos para un ion en particular; por lo tanto, las interacciones que se dan entre los iones de los nutrientes pueden ser sinérgicas o antagónicas. La importancia de conocer estas interacciones está enfocada al aprovechamiento eficiente de las aplicaciones de los fertilizantes, que ayude a mitigar el impacto ambiental y reditúen en un mayor beneficio económico al agricultor.
Mediante los antioxidantes consumidos en la dieta, es posible modular los efectos nocivos del estrés oxidativo y las acciones de los radicales libres, promoviendo de esta manera los procesos de regeneración celular. Una dieta suficientemente rica en antioxidantes debe contener cantidades adecuadas de frutas y verduras. Entre los antioxidantes más importantes en los alimentos destacan: vitamina C, carotenoides, vitamina E y en la actualidad los flavonoides.
La alcalinidad del agua es también conocida como capacidad buffer del agua. En general, la alcalinidad del agua se debe a los contenidos de carbonatos y bicarbonatos en solución, los cuales son muy comunes en las aguas subterráneas. Cuando se riegan cultivos con aguas de estas características se tienen efectos negativos, por ello es importante saber que significa la alcalinidad del agua y saber decidir cuándo es necesario un tratamiento.
El cloruro de sodio (NaCl) es a menudo un compuesto iónico que provoca efectos negativos en algunos cultivos como el pepino. En algunos estudios realizados en suelo, la sola adición de NaCl causó una fuerte reducción del rendimiento en comparación al producido con una mezcla de sales.
La calidad nutrimental del forraje está relacionada directamente con parámetros, como el contenido de grano y digestibilidad de materia seca (MS), reflejada en el valor energético. Los componentes vegetales del forraje son: hoja, tallo, olote y grano; este último tiene un mayor valor energético (2.04 Mcal/kg MS) mientras que el conjunto de los demás componentes tienen un contenido energético de 1.16 Mcal/kg MS, lo que nos indica que el componente principal que determina la calidad del forraje es el grano, adquiriendo importancia en lograr aumentar el contenido de granos por mazorca.
En regiones productoras de cítricos existen factores que limitan la producción, entre las cuales destaca el manejo inadecuado de la nutrición de los árboles. Generalmente los productores solo basan sus programas de fertilización con nitrógeno, fósforo y potasio, sin embargo, existen nutrientes indispensables en la nutrición de los cítricos como lo es el Hierro (Fe), los cuales no son tomados en cuenta. La deficiencia de este nutriente en los cultivos se conoce como clorosis férrica y es una de las principales limitantes del rendimiento de cítricos en suelos calcáreos.