Los altos rendimientos por unidad de superficie ha permitido alimentar a la creciente población mundial; por lo tanto, el manejo de Patógenos, Insectos y Malezas, así como la Nutrición en hortalizas juega un papel importante en la actualidad. La presencia de maleza afecta la producción de hortalizas debido a la competencia directa por agua, nutrientes, luz solar y esta competencia por insumos es más favorable para la maleza durante el inicio del ciclo debido al lento crecimiento inicial de la mayoría de las hortalizas.
La solarización consiste en calentar el suelo en verano cubriéndolo con plástico transparente durante al menos 4 semanas, en el periodo de mayor radiación solar, logrando así, un incremente en la temperatura que destruya a los agentes patógenos. Con esta técnica se alcanzan temperaturas del orden de 45 – 55 °C en capas superficiales y de 40 – 45 °C a 25 cm de profundidad. Tiene buena eficacia sobre ciertos patógenos y posee, además, un efecto herbicida.
La paratrioza también se conoce como: pulgón saltador, psílido de la papa, psílido del tomate, salerillo, entre otros. Se encuentra ampliamente distribuido en regiones productoras de cultivos de Solanáceas (papa, tomate, chile, berenjena, tomate de cáscara), y su importancia radica en el daño directo que provoca al succionar la savia de las plantas e inyectar toxinas y su capacidad para trasmitir virus y fitoplasmas.
Aunque existen más de 1550 especies de moscas blancas, Bemisia tabaci es la más cosmopolita, polífaga y perjudicial en el campo agrícola. Tanto las ninfas como los adultos provocan el debilitamiento de las plantas y favorecen la aparición de fumagina. Las ninfas también pueden inducir alteraciones fitotóxicas (síndromes) en ciertas hortalizas. Sin embargo, en los trópicos su mayor impacto se debe a que son vectores de varias especies de virus. Para enfrentarse al binomio B. tabaci-virus, se puede recurrir a la noción y las prácticas del manejo integrado de plagas bajo el enfoque preventivo.
En los ambientes tropicales no existe la marcada estacionalidad de otras regiones del planeta. Por el contrario, hay gran estabilidad térmica a lo largo del año, lo que sumado a la alta precipitación pluvial y al fotoperíodo casi constante, promueve que los insectos herbívoros muestren ciclos de vida ininterrumpidos, con gran traslape de generaciones y de estadios. Después de 57 años de acuñado el término de Manejo Integrado de Plagas (MIP), los predios hortícolas en los trópicos representan escenarios donde día a día se libra una incesante lucha por darle sentido y concreción a este paradigma, para beneficio de los productores, así como de la sociedad como un todo.
El término entomopatógeno se refiere al microorganismo que es capaz de causar una enfermedad al insecto plaga, conduciéndolo a su muerte después de un corto período de incubación. Hoy en día se conocen pocas especies de estos microorganismos, aunque muchos de ellos atacan a una gran variedad de insectos plaga que afectan a los cultivos.
De todas las enfermedades de las plantas, las causadas por los virus son las más difíciles de diagnosticar. Aun cuando es causado por el mismo virus, la sintomatología varía dependiendo de la interacción del virus y el hospedante, y de las condiciones ambientales. La respuesta del cultivo a una infección puede ser desde asintomática hasta una enfermedad severa que causa la muerte de la planta. Los síntomas a menudo son poco visibles y pueden ser confundidos fácilmente con deficiencias de nutrientes o daño por herbicidas.
“Gallina ciega” es un complejo de plagas del suelo compuesto por larvas de coleópteros de la familia Melolonthidae. Los principales géneros de gallina ciega son Phyllophaga, Anomala, Popillia y Cyclocephala, distribuidos en todo el mundo tanto en climas tropicales como templados. La gallina ciega, ocasiona daños considerables a diversos cultivos y en muchos casos pérdida total de la producción. Su control hasta hace unos años se limitaba a la aplicación de productos químicos altamente tóxicos. Ante la necesidad de reducir el impacto ambiental que generaba este tipo de control, actualmente se manejan esquemas de manejo integrado, donde se incluyen organismos entomopatógenos, prácticas culturales y sólo algunos productos químicos.
El minador de la hoja (Phytomyza gymnostoma Loew) de especies del género Allium (cebolla, ajo, cebollines), también conocido como el minador de las hojas de la cebolla, fue descubierto por primera vez en diciembre de 2015 en el Condado de Lancaster, Pensilvania, Estados Unidos. Este fue el primer reporte de infestación que se confirmó en el hemisferio occidental. La plaga fue observada en el cultivo de la cebolla (A. cepa), puerro (A. porrum), ajo (A. sativum), cebollín (A. schoenoprasum) y chalota (A. ascalonicum).
Una de las enfermedades más importantes de la fresa es el moho gris o podredumbre de la fruta, causado por el hongo Botrytis cinerea, el cual puede provocar pérdidas superiores al 50 % de la producción. Botrytis cinerea es un hongo versátil capaz de crecer y reproducirse en tejidos dañados, senescentes y muertos del cultivo de la fresa. Para el control efectivo del moho gris, los productores deben implementar, cuanto antes, prácticas de manejo integrado que incluyan aplicaciones a tiempo de fungicidas en combinación con una variedad de prácticas culturales