La quimigación es la aplicación de plaguicidas (fungicidas, herbicidas, insecticidas, nematicidas) en el agua de riego. Es una técnica eficiente y económica ya que permite la incorporación inmediata del químico. Puede ser efectuada utilizando sistemas de riego por goteo, microaspersión, inundación, surcos y aspersión.
El modo de acción de los herbicidas es la secuencia de eventos que ocurren desde la absorción del herbicida hasta la muerte de la planta, este incluye al mecanismo de acción que es la interferencia bioquímica o biofísica causada por un herbicida, que determina el daño final a la planta y tiene lugar en el sitio de acción.
El pulgón amarillo se detectó por primera vez en México en octubre de 2013, desde entonces, esta plaga ha adquirido gran importancia por las grandes pérdidas que ha ocasionado en el cultivo del sorgo. Al ser un áfido, el principal daño que ocasiona al cultivo es la succión de savia, llegando a provocar la desecación de la planta en cuestión de días, ocasionando mermas que pueden fluctuar entre el 30 % al 100 % de la producción.
Se denomina fisiopatía a cualquier anormalidad que se manifieste de manera funcional o morfológica en planta o fruto y que se origine por algún agente abiótico. (Gastelum, 2012). En cualquier cultivo pueden presentarse diversas fisiopatías, las cuales son originadas por la acción de fenómenos meteorológicos, disponibilidad de algún nutrimento, aplicación de moléculas inorgánicas tóxicas para los cultivos, condiciones edáficas restrictivas, etc.
El éxito de las cepas de Trichoderma como agentes de control biológico se debe a su alta capacidad reproductiva, habilidad para sobrevivir bajo condiciones ambientales desfavorables, eficiencia en la utilización de nutrientes, capacidad para modificar la rizósfera, fuerte agresividad contra hongos fitopatógenos y eficiencia en promoción del crecimiento en plantas e inducción de mecanismos de defensa.
La pudrición de raíces por Phytophthora cinnamomi es una enfermedad altamente significativa en este cultivo, ya que sobrevive por varios años en raíces y suelo en forma de clamidiosporas. Al existir las condiciones idóneas las clamidosporas germinan, dando origen a hifas del hongo (que en conjunto se les denomina micelio), reiniciando el ciclo de infección. El micelio origina clamidosporas y otras estructuras especializadas (esporangios) que contienen zoosporas.
Un nuevo sistema en Canadá usa a los abejorros para dispersar hongos benéficos, al ser más precisas que los aspersores comunes, las dosis del producto disminuyen. Los abejorros colocan el producto en cada flor diariamente, se usan actualmente para berries, tomate, girasol y algunos frutales como manzano principalmente.
Los fungicidas han brindado muchos beneficios a la humanidad, aunque su uso también ha provocado efectos negativos en el ambiente por contaminación directa y por la alteración ecológica de muchas especies de organismos al eliminar enemigos naturales de las plagas agrícolas más importantes. Un ejemplo de este aspecto es el creciente aumento del áfido verde del duraznero (AVD), Myzus persicae (Sulzer), en los campos de papa.
La molécula de los fosfitos es muy similar a la del fosfato, sólo tiene un oxígeno adicional, sin embargo, ese pequeño cambio puede hacer una gran diferencia. Aunque la concentración de fósforo en los fertilizantes a base de fosfitos es normalmente mayor a la de los convencionales; su uso no se ha extendido debido a diversas desventajas, menor efecto y posibilidades de fitotoxicidad. Sin embargo, en últimos años se ha demostrado que los fosfitos pueden funcionar como estimulantes y como una herramienta para prevenir daño por algunas enfermedades fungosas.
El control de nemátodos no es sencillo porque su eficacia depende de la identificación correcta del organismo a controlar, del cultivo afectado, de un conocimiento de fisiología y biología de ambos organismos (planta y nemátodo) y de los factores ambientales asociados con la expresión de síntomas. Algunos autores recomiendan que para evitar la diseminación de los nemátodos se debe eliminar todo tipo de material vegetativo infestado y debe tratarse el suelo con un desinfectante o con calor, evitar la entrada al invernadero de herramienta y maquinaria contaminada, rotación de cultivos, uso de variedades altamente tolerantes o resistentes y nematicidas, entre otros.